En unas declaraciones publicadas en la edición impresa de SECTOR DEL JUEGO Enric Sanahuja, en su calidad de responsable principal de GRECOJOC, hace un llamamiento a la prudencia a la hora de analizar la situación de los salones, su presente y sus posibles modificaciones para ser más competitivos. Esta serena invocación a la prudencia cuando en el país estamos viviendo una atmósfera de alboroto y crispación que emerge de la esfera política y se traslada a otros ámbitos de la sociedad y alcanza en ocasiones hasta el propio espacio familiar es digna de ser resaltada. Porque resulta que ahora mismo en nuestro país llegado el momento de abordar cualquier problema y en todo nivel lo que acontece es que la mesura brilla por su ausencia y lo que sobresale de manera más que notoria es la colisión verbal desenfrenada, la falta de templanza y el vocerío descalificador.
Las declaraciones de Enric Sanahuja son un modelo de madurez empresarial y un saber que recurrir a la prudencia para encarar el análisis de los salones y sus perspectivas presentes, y las que tienen que venir, es el mejor antídoto para contemplar el panorama sectorial desde la óptica de la sensatez y no del apasionamiento o la calentura que muchas veces contribuye a deformar la realidad.
Enric anticipa que entramos en una etapa complicada como resultado del entorno macroeconómico, la subida de los tipos de interés y la preocupante situación derivada de los escenarios bélicos que estamos viviendo. Por ello apela al ejercicio de la prudencia, siempre recomendable tanto para capear lo que esté por venir como llegado el instante de plantear mejoras para un subsector que en Cataluña, según su criterio, no registra necesidades peren-torias en éste momento en lo que respecta a modificar la normativa del juego.
Entre tanto desmán dialéctico, entre tanto griterío ensordecedor que a nada conduce que un joven empresario, maduro y preparado, recurra a la sensatez para examinar su área de negocio y lo haga desde una óptica constructiva resulta, cuanto menos gratificante y revelador de que el sector dispone de directivos fiables.
