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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Efectos especiales

23 de noviembre de 2023

La política gubernamental tiene en nuestro país un alto componente de escenificación, de show televisivo en el que no faltan los efectos especiales, los aires vodevilescos. Y somos miles los ciudadanos que asistimos impávidos al desarrollo de un espectáculo que provoca al mismo tiempo tanta hilaridad como preocupación.

La última moda de Moncloa consiste en difundir los nombres de los nuevos ministros a goteo. Ahora le doy tres nombres a la cadena radiofónica amiga, otros dos al diario gubernamental, dos más al digital copado por los rogelios y así, por supuesto que con medios afines, hasta completar la lista. Todo un despliegue de emociones publicitarias para que el país se mantenga en vilo hasta conocer la identidad de sus prohombres. Un alarde de propaganda dosificado gota a gota.

Luego está el sainete de las ministras cesantes con carnet podemita. Que dejan la poltrona arremetiendo contra el que las nombró y culpando de su cese a los amigos del presidente, que no sabemos quienes son. La única pista para identificarlos es que tienen entre cuarenta y cincuenta años. Y después vino lo de los puños cerrados arriba, las voces jaleándolas con entusiasmo y los ramos de despedida por lo bien que lo hicieron. Todo un guión pródigo en notas coloristas y lacrimógenas.

Para rematar la faena nos encontramos con las declaraciones de los ministros, ministras y ministres –éste último hallazgo lingüístico notable — que tras tomar posesión hicieron declaraciones de carácter mimético en todos los casos, tipo papagayos, subrayando "que vamos a trabajar al máximo para que se cumpla la palabra dada por el presidente a los españoles de hacer un país más progresista, más feminista, más verde y más ecológico."

¿ De que palabra hablan ? Si entramos ahí nos perdemos en un laberinto que termina con la comedia de Alfonso Paso: "Vamos a contar mentiras”. Fin de los efectos especiales.