Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Toca el tuteo

4 de diciembre de 2023

Dicen que el usted es un vocablo destinado a la desaparición. Que el tuteo es lo que se impone sin tener en cuenta edad, jerarquía o cualquier tipo de consideración. No me extraña el anuncio puesto que corresponde a una realidad social que se constata a diario en la cotidiana convivencia. Estoy cansado, y no digo harto porque me lloverán las críticas, de entrar a un bar o restaurante, ojo algunos de éstos últimos de los denominados de alto copete, y sorprenderme la pregunta del camarero de turno: ¿ que te pongo o que quieres tomar ? Eso en algunos casos sin mediar los protocolarios buenos días o noches de rigor.

El tuteo, eso al menos aseguran los promotores de su divulgación a escala generalizada, es una fórmula coloquial de acercamiento, de proximidad, de calidez hacia el interlocutor. Afirman que es algo así como desposeer de envaramiento y seriedad a las relaciones sociales, al ambiente del trabajo, los contactos personales.

Yo me planto y digo, así como suena, que el tuteo me parece en ocasiones una falta de respeto, un acto de descortesía manifiesta, un recurso de familiaridad mal entendido y una quiebra de los buenos modales. No es asumible el tuteo como expresión permanente cuando están por medio razones de edad, de jefatura, de magisterio y de consideración profesional que demandan del empleo del usted como regla de oro de acercamiento a las normas que regulan la comunicación entre personas.

El tuteo ya hizo furor con motivo del advenimiento de los podemitas al poder. Recuerdo la leyenda que circuló cuando el osado y amortizado Pablo Iglesias acudió a la primera audiencia con el Rey y alardeó diciéndole: "Ciudadano Borbón, ¿ como estás ?". A lo que don Juan Carlos, que las cogía al vuelo, le respondió con agudeza: "Encantado de verte Pablito, con la coleta que tanto te favorece y tantos éxitos te depara…"

Por descontado que no hay que descartar el tuteo. Pero de ahí a elevarlo a la categoría de uso común nada de nada. Siempre hay categorías y distinciones. Y continúen poniéndome verde pero es así.