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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

¿Qué pasará con el juego valenciano?

14 de julio de 2023

Carlos Mazón protagonizó la sesión de investidura que lo convierte en el nuevo presidente de la Comunidad Valenciana. Un gobierno del PP en coalición con VOX inicia a partir de ahora su andadura. El juego privado abre página confiando que el relato de la actividad haga olvidar lo pasado, que ha sido duro de cojones hasta el extremo de acabar con múltiples empresas y 2.500 puestos de trabajo. El consell del Botánic, sobre el que muchos quieren bajar el telón del olvido y otros reniegan de sus actos respecto al juego, dejó como uno de sus legados de nefasto recuerdo una Ley cuya característica principal radicaba en ser de las más restrictivas dentro del ámbito autonómico. Una Ley de marcado signo involucionista, propia de una clase dirigente que no ha reparado en la adopción de medidas contrarias al más mínimo atisbo de evolución de la industria. Antes al contrario se preocupó y ocupó con sus decisiones de obstaculizar de forma deliberada cualquier intento de mejora. Esa es la herencia dejada y el panorama desolador que se desprende de la misma.

No resulta raro por lo dicho que el empresariado valenciano mantenga una postura expectante sobre lo que acontecerá tras los movimientos que realice el nuevo ejecutivo autonómico. Es prematuro y resultaría ingenuo pensar que el juego figure entre los temas prioritarios del gobierno de Mazón. Conviene partir de un hecho incuestionable: la clase política, sea del color que sea, suele abordar los asuntos del juego con prevención, cuando no con claro animadversión. Confiemos que en el caso que nos ocupa se aplique la primera de las teorías. Pues bien: bajo ése enfoque y tras el lógico período de rodaje del nuevo gobierno el empresariado confía en que se produzcan acciones de calado para restablecer la normalidad de un sector tocado por regulaciones que están demandando a voz en grito una revisión objetiva y desprovista de prejuicios y una actualización que le permita desarrollarse por la vía de la normalidad.

La Ley de Juego Valenciana reclama atención y ser objeto de un análisis ponderado destinado a reparar excesos que han ocasionado no pocos desastres económicos. Que han acabado con empresas y empleos. Que han causado un retroceso sectorial sin precedentes. Al saludar y desear la mayor de las suertes al gobierno de Carlos Mazón el juego confía en que se ponga remedio a tanto asedio como ha sufrido en los últimos años y tanto ensañamiento. Habrá que dar un margen de confianza, cuento más breve mejor, y que la situación empiece a mejorar. Que falta hace.