Desconozco sus cifras de ventas que presumo altas a pesar de la recesión económica que hemos iniciado. No tengo información sobre sus balances y cuentas de resultados. Lo que sí me consta es que a diario recibimos información de ZITRO. Y que a través de sus comunicados vamos conociendo los movimientos de la compañía que hoy instala máquinas aquí, mañana allá y pasado sigue haciendo entrega de sus productos en distintos países del globo. Y en ésa circulación incesante de noticias se deja traslucir nervio empresarial, demanda, presencia destacada a diario y férrea voluntad por atraer el interés del mercado. En ésa función, en el desarrollo de una política comercial ambiciosa ZITRO está marcando pautas y dejando estela y éste es un hecho objetivo que no puede pasarse por alto.
Atravesamos un tiempo económico muy complicado. Y el sector lo está sufriendo en sus carnes. Desde los efectos de la pandemia las ventas de máquinas no se han recuperado. Por dicha razón las empresas están obligadas a intensificar sus resortes comerciales, a exprimir sus ideas y hacer del marketing un ejercicio casi artístico. No queda otra que moverse, sacar pecho y estar muy presente en el mercado para captar negocio.
En ésa línea de actuación, en ésa carrera de obstáculos que reclama fuerza para aguantar hasta alcanzar meta y habilidad para sortear está ZITRO un día sí y otro también. Y porque conozco el percal vislumbro el puente de mando de la compañía, con el capitán alentando a los suyos y no perdiendo detalle de nada. Pendiente de todas las actuaciones y diseñando nuevas iniciativas. Es ZITRO y Johnny Ortiz a toda máquina.