Las empresas, las grandes compañías van en muchas ocasiones mucho más allá de los datos económicos, de los resultados de sus balances, de sus planes de crecimiento. Se centran en la consecución de una serie de objetivos que significan, en definitiva, su razón de ser. Pero hay casos dignos de mención explícita, en que su actividad habitual y el alcance de los fines perseguidos se desdobla para mostrar la otra cara del grupo, la menos conocida pero no por ello menos importante que es la que abre sus puertas a la solidaridad, a la obra reparadora de agravios e injusticias, a la que está atenta al infortunio y trata de mitigar la indefensión de los más desfavorecidos. Es la cara humana de la compañía, la que no se ve en la imagen corporativa pero permanece alerta ante el devenir social y sus desigualdades que es preciso afrontar y combatir.
En ésta línea de actuación se inserta el Grupo ALZIS, propiedad de la familia Coves que abarca múltiples áreas de funcionamiento y que hace gala permanente de un acendrado espíritu solidario. Más de setenta empresas constituyen el Grupo ALZIS, entre ellas las que representan una destacada presencia en el sector del bingo, convirtiéndolo en uno de los líderes económicos de la Comunidad Valenciana.
Junto a éste indiscutible liderazgo empresarial hay otro que transforma a ALZIS en un Grupo con alma, preocupado por su entorno y volcado con un compromiso social de primera magnitud que le hace estar presente en numerosos frentes acuciados por la necesidad. Y en ésos ámbitos, donde se mueven los más desprotegidos, ALZIS y la familia Coves están al lado de los que padecen, de los vulnerables, de aquéllos a los que no sonrió la vida. Y sus acciones, sus iniciativas que son constantes se dirigen a ONG, a grupos marginales, a comedores sociales, a los sin hogar, a entidades culturales. Una inmensa obra reparadora, sin alharacas y con un claro sentido humanista, el que lleva a cabo ALZIS, un Grupo con alma sentida y cálida.