Los datos son fríos pero elocuentes. Por mucho que les demos vueltas y hagamos interpretaciones a la carta al final de la corrida que diría un castizo los datos están ahí, y cantan, y reflejan una realidad. Y saco a colación el tema tras la declaración del consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, que declaró que en 2021 los salones de la región habían sido objeto de veinte mil comprobaciones, que ya es un número alto, y que éste año la previsión era superar dicha cifra.
Al propio tiempo informó que en 2022, donde llevamos transcurridos diez meses, no ha habido ninguna denuncia por la entrada de un menor en un establecimiento de Juego porque, dijo, "el sistema de control de éstos locales es muy efectivo.”
Hasta aquí los datos que radiografían de manera contundente lo que está sucediendo en los salones. Y que sirven de argumento incontestable para desmontar tanta patraña, tanta insidia y tanta mala baba como se viene arrojando contra éstos establecimientos. De los datos, que son extrapolables de Madrid al resto de territorios, se desprende una veracidad que es maltratada, manipulada y cocinada a capricho de quienes tienen como objetivo demonizar los salones y hacerlos blanco de escraches y furibundas campañas de descrédito.
Lo que sucede, y el empresariado sectorial debe levantar la voz y hacerse fuerte en la utilización de los datos, es que los medios generalistas venden la nota del escándalo y la alarma social elaborado por grupos políticos identificados. Y las informaciones como las del consejero de Madrid o se difuminan o simplemente se ignoran. Pero los datos, cretinos, están ahí. Por mucho que os empeñeis en ignorarlos o adulterarlos.