Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Un cierto hastío

31 de enero de 2023

Eso es lo que siento al contemplar la estampa política que hoy presenta  España. Una imagen desabrida, bronca, nada edificante. En la que impera la descalificación del oponente, el contraste de pareceres razonado no existe y se sustituye por la arenga insultante. Los modos y las formas se han perdido y de la buena educación se han olvidado. El parlamento es una especie de tinglado de la antigua farsa en la que actúan actores de tercera fila que hacen de la mentira una interpretación cotidiana. Hasta las indumentarias y los gestos de muchas de sus señorías son impropias de la solemnidad del escenario. Con un panorama como el descrito no es extraño que miles de ciudadanos renieguen de la política y de sus interpretes, algunos poco o nada recomendables si nos atenemos a lo que dicen y hacen.

Me podrán reprochar que abdico de mi responsabilidad ciudadana sí me desintereso de la política. Pero lo hago sin el menor cargo de conciencia por que lo que veo y oigo no me gusta. Estamos hablando de una política nacional que se ha convertido en un auténtico disparate. Empezando por un consejo de ministros ocupados en bastantes carteras por una panda de incompetentes que no tienen ni pajolera idea de lo que llevan entre manos. Y que están presididos por un tipo, tan soberbio como mentiroso, que les deja hacer para seguir subido en el machito al que jamás debió auparse.

Ante un espectáculo de ésta naturaleza, ¿ que me recomiendan que haga ? ¿ Que siga sulfurándome un día sí y otro también delante de las teles amigas que convierten la actualidad política en un ejercicio meramente publicitario ¿Tengo que seguir apechugando con escenas bochornosas y debates, por llamarlos de algún modo, absolutamente insufribles ?

Pues será que no. Desconecto la tele. No leo el periódico global que es de risa. Me refugio en el cine y las series. Y trato de evadirme de una realidad política que es una puta vergüenza.