All the Cash es lo último de Gistra cuyos resultados están siendo insuperables.
Es una solución que permite a todos los operadores ofrecer a sus clientes la venta de créditos de juego con cargo a una tarjeta de débito, con la doble garantía que se comercializa solo en aquellas CC.AA. en los que se encuentra homologado y al mismo tiempo, los usuarios están comprando, efectivamente, créditos de juego (o partidas), por lo que se está realizando una compra real y de un producto de juego. La pasarela de pagos que ofrece toda la cobertura, otorga al salón un código de comercio de un establecimiento de juego (no de hostelería ni similar), cumpliendo la normativa bancaria y financiera y con total garantía y seguridad para los operadores.
El procedimiento es bien sencillo. El cliente acude al terminal, introduce la cantidad de dinero en créditos que desea comprar y All the Cash le permite realizar esa compra con cargo a su tarjeta. Una vez aceptada la compra, se le emite un justificante con los detalles de la misma, como en cualquier otra transacción comercial mediante datáfono. Estos créditos comprados, dependiendo del sistema que tenga el cliente instalado en el establecimiento, pueden ser dispensados directamente en un ticket en formato código de barras (TITO) y poder jugarse en los terminales de juego que estuvieran instalados en la sala y que fueran compatibles con este formato. Por otro lado, si hubiera un sistemas basado en tarjetas magnéticas para ser utilizadas en las máquinas como medio de cobro y de pago, la cantidad adquirida en All the Cash puede ser cargadas en estas tarjetas magnéticas para poder ser utilizadas en aquellos terminales compatible. Cabe recordar, que tanto el ticket generado por All the Cash o el saldo que se hubiera cargado en estas tarjetas cashless, puede ser cobrado por dinero en efectivo en cualquier cajero All the Money y en cualquier momento.
Básicamente, con All the Cash y con un sistema cashless instalado en la sala (TITO o tarjetas), la experiencia cashless de los clientes es casi plena, ya que les permite llegar sin dinero en efectivo en el bolsillo y poder comprar créditos de juego mediante su tarjeta bancaria, jugar en los terminales y máquinas que hubieran en los locales, sin necesidad de manejar dinero en efectivo, con todas las ventajas que ello supone tanto para los propios clientes (privacidad, seguridad, higiene, etc…) como para los operadores (menos dinero almacenado en las máquinas, menos averías, recaudaciones más ágiles, etc…).