El Juego es una actividad legal, estrictamente regulada y plenamente integrada en la sociedad española como parte de su actividad de ocio y entretenimiento, ejercida en el ámbito de la responsabilidad y la libertad individual.
Desde hace un tiempo es común encontrar declaraciones irresponsables y sesgadas que afirman que “el juego es la droga del s.XXI”. Hay un grave error de base al comparar el juego, de manera injustificada, con actividades totalmente distintas como son el consumo de drogas, tabaco y alcohol, que son catalogadas como adicciones con ingesta de sustancia.
El juego problemático es considerado por la Estrategia Nacional de Adicciones del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en línea con el criterio de la Asociación Americana de Psiquiatría, dentro de las adicciones conductuales (sin sustancia), tales como las compras compulsivas o las nuevas tecnologías, siendo el juego la que menor tasa representa.
Tanto es así, que el 75% de la población adulta afirma que juega con asiduidad, el 97,7% lo hace sin ningún problema, siendo la tasa de juego problemático del 0,3%. España se encuentra entre los países con menor tasa de juego problemático del mundo.
Las declaraciones que, bajo intereses políticos, trazan paralelismos entre la actividad del juego y el consumo de sustancias, banalizan los problemas que subyacen tras el consumo de estas y tratan de ofrecer una imagen estereotipada y distorsionada del juego que se aleja completamente de la realidad.