Durante el desarrollo de FIJMA23, SECTOR conversó con Manuel Sánchez Ortega, Secretario Ejecutivo de la Junta de Control de Juego de Panamá.
"La industria del juego en mi país está creciendo un 96% contando con grandes operadores como Cirsa y Codere", destacó. En Panamá el curso pasado se contabilizaron en apuestas 1.870.319.456,72 dólares. Un promedio de 160 millones de dólares mensuales en apuestas. "Panamá es un lugar muy atractivo para invertir en el juego", enfatizó Sánchez Ortega.
El Gobierno aprobó dos licencias nuevas. Una de juego en línea que cuenta con 6 operadores y se registraron 90 millones de dólares en un solo año para el Estado. El operador debe abonar 10.000 dólares al Estado para obtener el dominio de explotación. Además se le exigen unos requisitos básicos para que pueda entrar al país. Sportium y Codere, por ejemplo, ya están ubicados en Panamá a pleno rendimiento.
La segunda licencia es sobre el Raspadito (juego instantáneo). "Arrancará con un primer operador en 2 ó 3 meses. También se trabaja en una nueva regulación de bingo, bingo televisado. "Con esto buscamos generar empleo, ingresos al Estado de forma regulada. Que el apostador se sienta seguro otorgando permisos a empresas serias además de combatir el juego compulsivo. Para ello creamos una Oficina de Juego Responsable en la Junta de Control de Juegos", añadió. El Gobierno y los operadores no abandonan a los jugadores problemáticos. Corporaciones como BBT, Cirsa y Codere ya han firmado acuerdos para atender al juego compulsivo.
En Panamá existen tres tipos de licencias. Casino completo: mesas y tragamonedas. Deben estar en hoteles. Tipo A: sala de máquinas sin límites de máquinas y sin límite de premios. Tipo B: bares, cantinas y salones.
"El inversionista se va a sentir seguro en Panamá. Hacemos contratos a 20 años con la Nación lo que ofrece una gran seguridad jurídica y garantiza el retorno de la inversión. La licencia de sportsbook también es por 20 años", apostilló Sánchez Ortega.
Panamá ofrece una gran diversidad de permisos o licencias para invertir. Y lo más importante, y así lo recalca el secretario ejecutivo de la Junta de Control de Juegos, "hay mercado". Las empresas han de acrditar 5 años de experiencia para obtener la licencia. "Panamá es un país democrático donde hay seguridad jurídica y existe un regulador y una Junta de Control de Juegos que comabte el juego clandestino y por tanto no va a existir competencia desleal".
Sánchez Ortega lanza un mensaje para el sector español: "Les invito a que inviertan en mi país. Tiene una ubicación privilegiada, el dólar como moneda, el Centro Bancario Internacional, el salario mínimo más alto de Latinoamérica y está entre los primeros países de Latam en crecimiento del PIB", expresó Sánchez Ortega.