Las casas de apuestas o salones de juego forman parte desde hace tiempo del paisaje urbano de nuestras ciudades, como las verdulerías, los estancos, la tiendas de teléfonos móviles o los hornos. Es muy difícil que un ciudadano se mueva por su barrio sin encontrarse con una de las muchas plantas bajas de las que salen y entrar cada día decenas de miles de personas para realizar una apuesta en una determinado deporte o, simplemente, echar monedas a la máquina tragaperras.
Hace dos años, les Corts Valencianes aprobaron la Ley del Juego y Prevención de la Ludopatía valenciana; una norma que establecía unas reglas claras de separación de colegios o de control de accesos para unos locales en la que los valencianos se dejaron en 2021 más de 2.200 millones de euros, según datos de la Dirección General de Tributos y Juego de la Consellería de Hacienda. De media, cada valenciano se gastó 52 euros en apuestas y 408 en máquinas tragaperras, según los datos de la Generalitat Valenciana.
Con la colaboración del equipo de Infografía, La Vanguardia ha realizado los "mapas" de la presencia de estas casas de juego en las tres capitales valencianas. Un ejercicio que permite definir en qué calles y barrios se han instalado estos locales y, también, perfilar su concentración, con un total de 56 en València, 37 en Alicante y 14 en Castelló. En este cálculo no se incluyen los bingos, que son 19 en València, 7 en Alicante y 3 en Castelló. Tampoco los casinos, que son solo uno en cada ciudad. Leer noticia completa en lavanguardia