El Ministerio de Consumo sigue trabajando en el proyecto de ley que regulará las loot boxes en videojuegos, con la idea de que salga adelante este mismo año. El anteproyecto vio la luz el pasado mes de julio, cuando salió en audiencia pública. De momento, el Consejo de Ministros no ha validado este proyecto, con lo que la norma no ha iniciado su tramitación parlamentaria.
Esto, en un 2023 electoral, supone muchas estrecheces en el calendario para que la ley acabe viendo la luz en los próximos meses. Sin embargo, desde el departamento que dirige el ministro Alberto Garzón se confía en que la norma logre ver igualmente la luz en los próximos meses.
Con ella, España se convertiría en el primer país en reglar por ley este fenómeno de las loot boxes también conocidas como cajas botín. Se trata de un mecanismo presente en muchísimos videojuegos en línea cuyo funcionamiento se asemeja a la compra de cromos en el quiosco: adquieres con dinero real el continente, pero no sabe qué contenido te va a ofrecer.
Estas loot boxes, presentes en títulos tan conocidos como FIFA. Otros títulos, como Overwatch, Fortnite o juegos para móviles como Brawl Stars han acabado retirando este sistema. Los usuarios compran con dinero real o moneda ingame participaciones para abrir esas cajas: dentro puede haber complementos estéticos que pueden tener un valor mayor o menor dentro del título.
Por qué España opta por un proyecto de ley
Al optar por un proyecto de ley —que todavía no ha visto la luz—, España se convierte en el primer país de Europa en legislar exclusivamente sobre las loot boxes. En Bélgica, por ejemplo, se han introducido estos mecanismos de los videojuegos en su ley del juego, algo que para la patronal del sector en España haría "mucho daño" a la industria.
El director general de la Asociación Española del Videojuego (AEVI), José María Moreno, participó a mediados del año pasado en unas jornadas sobre las loot boxes y su posible regulación. "Sea cual sea la regulación, sí he de decir que asimilar las loot boxes al gambling causa un daño injustificado a la industria. No hay uniformidad de criterio en la comunidad científica".
De ahí el nacimiento del anteproyecto de ley que todavía tiene que pasar por el Consejo de Ministros. El texto que se conoce y que está sujeto a las modificaciones fruto de la audiencia pública que tuvo regulará las cajas botín integradas dentro de juegos, y también aquellos "mecanismos aleatorios de recompensa" integrados en plataformas de intercambio ajenas.
Es decir, los videojuegos no podrán esquivar la ley si sacan sus loot boxes del título en sí mismo y las colocan en una página web para jugadores, por ejemplo. Para estar afectadas por la norma, los premios de estas loot boxes pueden ser canjeables por dinero —o tener un valor monetario—, por criptomonedas o incluso por NFT.
El anteproyecto presentaba varias novedades, y muchas cambiaría sustancialmente la industria del videojuego. Por ejemplo, las cajas botín serán inaccesible para menores de edad, gracias a un proceso de verificación documental: DNI o sistemas de biometría.
En el caso de los mayores de edad, el Gobierno contemplaba que estos mecanismos dispongan de sistemas para que limiten su gasto. Por ejemplo, un modelo parcial, mediante el cual la loot box permitirá al jugador invertir en tiradas a cambio de un tiempo determinado de juego, o un modelo total, en el que los usuarios podrán autoexcluirse de la caja botín para no caer en la tentación.
El anteproyecto de ley también abría la puerta a la limitación de publicidad física o presencial de estos mecanismos aleatorios de recompensa, ya sea mediante cartelería exterior o medios impresos, así como a la publicidad en línea en páginas web o redes sociales que no estén relacionadas con los videojuegos.
El régimen sancionador plantea multas para infracciones en función de si estas sean leves, graves o muy graves por parte de los operadores. Las infracciones leves serán sancionadas con hasta 25.000 euros, mientras que las graves con hasta 200.000 euros.
Aquellas infracciones más graves podrán recibir sanciones de hasta 3 millones de euros e incluso la clausura del mecanismo aleatorio de recompensa.
Europa también se pronuncia
Hace unos días la palabra loot boxes también se empezó a pronunciar en las instituciones europeas. El Parlamento Europeo, en su primera sesión plenaria del año 2023, aprobó un informe con el que animaban a la Comisión a desarrollar una estrategia del videojuego y toda la legislación necesaria para proteger más y mejor a los consumidores de videojuegos, en especial a menores y jóvenes.
El informe ponía el detalle en precisamente estas loot boxes, que "pueden ser vendidas usando diseños del juego, comúnmente conocidos como patrones oscuros, que pueden tener consecuencias psicológicas y financieras negativas como compras no deseadas o incontroladas, especialmente entre menores y adolescentes".
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La iniciativa no es pionera: al otro lado del Atlántico la Comisión Federal del Comercio de EEUU propuso una sanción de 500 millones de dólares a Fortnite y a su desarrolladora y distribuidora, Epic Games, por usar esos patrones oscuros en el popularísimo título en línea.
El informe de la Eurocámara, aunque no mencionaba la iniciativa española —a pesar de que lo ha redactado una eurodiputada del PSOE— sí destacaba que en Países Bajos este asunto ya se ha abordado y en Eslovaquia sucede lo mismo. En consecuencia, concluía, la ausencia de un "enfoque común" europeo sobre el tema favorecería "la fragmentación del mercado del videojuego".
En el debate del documento, celebrado un día antes de su aprobación, el comisario de Justicia, Didier Reynders, aplaudió la resolución. "El planteamiento del informe es equilibrado", recalcó, al tiempo que recordó que hay una audiencia pública con el plazo abierto sobre el futuro Reglamento de Servicios Digitales, que podría dar respuesta a los problemas con estas loot boxes. businessinsider