Una mayoría de la población española de entre 18 y 75 años, es decir, 28,7 millones de personas, que representa al 82,4% del total, ha practicado juegos de azar en el año 2021, un 3% menos que en 2019, año previo a la pandemia. Asimismo, solamente 6,1 millones de personas no han participado de ningún tipo de juego ni de suerte ni de entretenimiento, lo que implica afirmar que la inmensa mayoría de la población ve el juego como una actividad normal. Son algunas de las conclusiones extraídas de la 13ª edición del informe Juego y Sociedad, cuyo objetivo es dar a conocer los hábitos y actitudes de los españoles ante el juego. Ha sido presentado por CeJuego, la patronal del juego privado presencial en España, en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Retorno parcial de la normalidad
En lo que respecta a los juegos de entretenimiento privado, es decir, casinos, bingos, salones, apuestas y máquinas, un 14,9% de la población española de entre 18 y 75 años han practicado alguno de ellos, que corresponde a 5,2 millones de personas. Una cantidad que representa un 15% menos de los que jugaron en 2019, año en el que participaron más de 6,5 millones de personas.
Se mantiene entre los jugadores un comportamiento racional. La mayoría de encuestados encuentran en el juego una manera de esparcimiento, de relación con otras personas con aficiones similares y la destreza de demostrar que se sabe de algo. Les permite tomar decisiones propias y hacerse cargo de las consecuencias. Además, la gran mayoría afirma saber medir los costes y ser responsables en el juego. Lo consideran un equivalente al precio de la entrada a un espectáculo. De hecho, más del 84% de los visitantes a salones de juego afirman ir acompañados de otras personas.
Los juegos de lotería organizados por SELAE (el Estado) y la ONCE son los más consumidos entre la sociedad española. El Sorteo Extraordinario de Navidad sigue siendo el favorito (25,4 millones de personas), seguido de El Niño (14,5 millones de personas), La Primitiva (13,5 millones de personas) y los cupones de la ONCE (8,9 millones de personas). El 25,1% de los entrevistados ha jugado una o más veces a la semana, por lo que son tipologías que sostienen una elevada regularidad en su participación.
En lo que respecta a los juegos de entretenimiento privado, los más practicados son las apuestas deportivas presenciales (4 millones de personas), la asistencia a salones de juego (3,5 millones de personas), los bingos (2,1 millones de personas), los casinos (1,7 millones de personas), y las máquinas “B” en hostelería (1,6 millones de personas). Asimismo, mientras que en los juegos de titularidad pública el incentivo reside en “ganar dinero”, ya que dependen totalmente del factor suerte, los juegos de entretenimiento privado se relacionan con la diversión, la interacción con otras personas y la destreza. Ganar no es el principal incentivo, según afirman los encuestados.
Los rascas de la ONCE siguen siendo el producto más consumido entre los jóvenes
El juego de los rascas de la ONCE ha crecido y ha recuperado la dinámica de crecimiento de los últimos años, solamente ralentizado en 2020 a causa de pandemia. El 12,4% de los españoles, esto es, 4,3 millones de personas, han comprado alguna vez un rasca. Asimismo, se mantiene su especialización sobre el cliente joven: es el más consumido entre la población de 18 a 25 años y el 50% de sus clientes son menores de 35 años. Es un tipo de juego atractivo para aquellos que declaran jugar todos los días o varias veces a la semana.
El juego online no aumenta
Al cierre de la edición del presente informe, los datos del juego online proporcionados por el Ministerio de Consumo son del año 2020. Durante ese año, 1,5 millones de personas practicaron alguna modalidad de juego online, que corresponde al 4,3% de los residentes en España entre 15 y 75 años. El juego online, tras un crecimiento fruto de la novedad de la oferta debido a los avances tecnológicos, está alcanzando su madurez. Entre los años 2016 y 2020 el número de clientes se ha estabilizado en alrededor de 550.000 personas. Por tanto, la intensificación de la inversión publicitaria por parte de este tipo de empresas no se ha traducido en un aumento de la base de clientes, según afirmó el Ministerio de Consumo en la memoria del Proyecto de Real Decreto de comunicaciones comerciales de las actividades de juego.
Puede encontrar los datos relativos al juego online de 2021 proporcionados por el Ministerio de Consumo en el siguiente enlace.
Datos sobre el juego problemático
La tasa de juego problemático apenas varía en España, tal y como viene sucediendo desde 1990. En 2021, se mantiene en el 0,3% de la población según diversos estudios de la Dirección General de Ordenación del Juego, del Ministerio de Sanidad, de comunidades autónomas como Cataluña, País Vasco, Asturias y Galicia y del sector. Este dato hace que España lidere la lista de países europeos con menor tasa de juego problemático, junto con Dinamarca y Gran Bretaña.
Además, según datos registrados por los servicios de salud autonómicos, las personas diagnosticadas por trastorno por el juego no exceden de 8.000 personas, lo que equivale a un 0,02% de la población.
El Doctor en sociología y autor del estudio, José Antonio Gómez Yáñez, explica que “los españoles tienen una relación normal con el juego que entienden como una actividad de entretenimiento y socialización. Esto, no equivale a negar que el juego problemático es un grave problema individual que requiere atención y compromiso del sector. Por eso, las políticas públicas de prevención y atención deben estar enfocadas a sectores de riesgo, ya que hablamos de un problema múltiple y multicausal. Por tanto, sobredimensionar el problema y diseñar políticas de alcance global resulta ineficaz para el adecuado tratamiento a los colectivos realmente afectados, porque el juego no es el desencadenante del problema. Existen otros causantes que son a los que hay que prestar debida atención”.
El juego “informal”, no regulado, en aumento
El año 2021 ha permitido observar que una de las consecuencias de las restricciones derivadas de la pandemia es el incremento del juego en timbas informales. El 3,6% de la población entre 18 y 75 años, es decir, 1,2 millones de personas, afirman haber participado. Destaca, asimismo, que el 12,1% de la población menor de 25 años juegan a este tipo de juego. En palabras de Alejandro Landaluce, director general de Cejuego, “este aumento en el juego no regulado demuestra cómo esta actividad es un tipo de ocio normal en España que apenas reviste de problemas para la inmensa mayoría de la población. Por tanto, las medidas de restricción de la oferta no equivale a una reducción de la demanda, sino que supone el traslado de la oferta a otros cauces menos controlados y regulados”.
La décimo tercera edición anual de este estudio aporta información sobre los distintos tipos de juego que hay en España, los diferentes perfiles de los jugadores, su consumo o determinados datos referidos al juego problemático. El estudio se ha llevado a cabo a través de un cuestionario realizado por IMOP Insights a 1.005 personas de entre 18 y 75 años.
Este informe ha sido elaborado por José Antonio Gómez Yáñez, doctor en sociología y profesor asociado de la Universidad Carlos III.