Guillermo Martínez, de la empresa consultora Acento y ex consejero de presidencia del Gobierno de Asturias, presentó sus servicios y apuntó la hoja de ruta a nivel institucional.
Martínez aconsejó no perder el relato con las Administraciones ni ir a la defensiva. "Hay que ser capaces de transmitir con eficacia las cuestiones básicas que repetir ante la administración pública", dijo. Es necesario comunicar que el juego no es una actividad minoritaria y desacralizar la idea de juego público bueno y juego privado malo. Por eso conviene resaltar los ingresos del sector, los puestos de trabajo que proporciona y que está muy regulado.
Según Martínez las competencias del juego son muy desiguales a nivel autonómico repartidas entre Presidencia (8 CCAA) y Hacienda (6). Hay que dar más visibilidad al juego e influir para que se modifiquen leyes y no se elaboren nuevas.
"El sector debe apostar por la regulación. No estamos para que sea más laxa sino que esté mejor y más regulada". Propuso no abrir debates que no son convenientes y que el sector "no debe tener vergüenza en defender sus intereses" .
Martínez aconsejó cooperar con las asociaciones de ludópatas, de vecinos y otros colectivos organizados. Y considera necesario que el sector muestre unidad. "Es importante la cohesión. Hay que hacer ver a la Administración cual seria la alternativa a un sector no tan regulado ni cohesionado". Los salones deben mostrar ambición, credibilidad y determinación. "Hay que acercarse a la Administración con un mapa claro y una estrategia definida".