La aprobación del proyecto de casino de Steve Cohen, dueño de los Mets, junto al Citi Field en Queens marca un hito significativo en la expansión de la industria del juego en la ciudad de Nueva York. Con una inversión proyectada de 8.000 millones de dólares en colaboración con Hard Rock International, este desarrollo no solo promete transformar el área circundante, sino que también tiene el potencial de generar importantes ingresos fiscales para el estado.
La selección de Cohen, junto a Resorts World y Bally’s Corp., subraya la competencia feroz entre los operadores de casinos en una región densamente poblada, donde la afluencia de apostadores locales y turistas puede traducirse en grandes oportunidades de ganancias. La propuesta de Cohen, que incluye un complejo multifuncional con un casino, un recinto de entretenimiento en vivo, restaurantes, tiendas, un hotel y un centro de convenciones, está diseñada para maximizar el uso del espacio durante todo el año, lo que podría resultar en una fuente constante de ingresos.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha enfatizado la importancia de estos proyectos no solo en términos de generación de ingresos, sino también en la creación de empleos permanentes y el impulso de la vida nocturna y el entretenimiento en áreas fuera de Manhattan. La promesa de desbloquear miles de millones en financiamiento para la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) es un incentivo adicional para el desarrollo de estos casinos.
Sin embargo, el éxito de estos proyectos dependerá de la capacidad de los operadores para cumplir con las promesas de creación de empleo y revitalización de las comunidades locales. La implementación efectiva de estos planes será crucial para asegurar que los beneficios económicos se traduzcan en mejoras tangibles para los residentes de Nueva York.













