La Comunidad de Madrid, por medio de sus responsables del juego, se ha mantenido, desde el inicio del proyecto impulsado por José Ignacio Ferrer, al lado de EXPOJOC. Conviene recordar que en su momento, y año tras año, nunca faltaba a la convocatoria Fernando Prats Mañez. Cuando le agradecía personalmente su fidelidad a la cita solía responderme: «Siendo valenciano como voy a faltar a la llamada de mi tierra.» Expresaba así un testimonio público de compromiso con su lugar de nacimiento al tiempo que hacía patente su apoyo a las manifestaciones sectoriales. Prats estrechó lazos con EXPOJOC a lo largo de sus sucesivas ediciones, acompañado siempre por Gracia Martín-Duarte, colaboradora antes y ahora de eficacia más que probadas en los temas del juego, participando en los debates y dejando muestras más que sobradas de sus amplísimos conocimientos y de su voluntad de propiciar la evolución de los distintos subsectores. He dejado escrito que Fernando Prats fue en su ejecutoria un regulador de muchos quilates, que actuó con valentía y rigor con la mirada puesta en normalizar la actividad y en conferirle proyección de futuro. Y soy de los que creen que no se hizo justicia en cuanto a su actuación respecto al juego ni posteriormente al ser relevado del cargo. Merecía una salida acorde con sus múltiples merecimientos.
La predisposición de la Comunidad de Madrid para apoyar a EXPOJOC está teniendo su continuidad en la figura de Ramón Cubián Martínez que éste año asistió al evento por vez primera y expresó su deseo de seguir haciéndolo en sucesivas ediciones. Declaración de intenciones que se le agradeció muy vivamente por su relevancia autonómica y también personal y por contar en estos casos con el acompañamiento de una funcionaria esencial como es Gracia Martín Duarte.
Lo expresado trata de dejar constancia del reconocimiento que hacemos público del trato que dispensa a EXPOJOC la Administración del Juego de la Comunidad de Madrid personificada en su principal mandatario, Ramón Cubián, que si por algo se viene significando es por su haber cerrado filas con el sector llegado el momento de desmontar tanta patraña y sectarismo como se arroja sobre la industria y sus empresarios. En éste sentido Cubián no se muerde la lengua y ajusta cuentas con los difamadores de turno. Que están, ideológicamente, muy localizados.






