El Gobierno aragonés ha decidido reducir el número máximo de máquinas B de 6.200 a 5.600, lo que representa una disminución de casi un 10%. Esta medida busca controlar y regular la oferta de juegos de azar en la comunidad. La limitación se aplica a las máquinas recreativas de tipo B.1.
Además de la reducción general, se establece un nuevo límite en el número de máquinas que se pueden instalar en bares y cafeterías. El máximo permitido se reduce de seis a dos máquinas, y se permite un máximo de tres si todas pertenecen a la misma empresa operadora.
Esta regulación tiene como objetivo promover un entorno de juego más responsable y reducir el riesgo de adicción al juego, así como mitigar el impacto social que puede tener la proliferación de máquinas en los establecimientos de hostelería.
La reducción del número de máquinas afectará a los operadores de juegos y a los establecimientos que dependen de estos ingresos.













