Pasado el verano la situación del bingo en Cantabria ha vuelto a la normalidad y la Asociación AEBINCA, además de la actividad que la es propia, continúa aportando soluciones a los interrogantes que el día a día va imponiendo, siempre buscando el diálogo y la confluencia de ideas en todo lo que resulte posible.
Pasados tres trimestres del ejercicio 2025, meses de enero a septiembre, las cifras de ventas se mantienen iguales a las del ejercicio pasado 2024. En el primer semestre las ventas bajaron un 2% y con el verano se ha recuperado el desfase. «Queda un trimestre para finalizar el año y veremos qué nos depara», señala el presidente de AEBINCA, Ernesto Noval.
Cogiendo como referencia el año anterior a la pandemia 2019, el bingo de Cantabria se sitúa en unas cifras del 93%, es decir «no hemos alcanzado aún aquellos niveles, situación que, salvo casos reducidos, resulta general en el sector a escala nacional».
La pregunta que todos los empresarios se hacen son las causas, «yo creo que se pueda deber a lo difícil que resulta recuperar clientes después del tiempo que ha pasado, muchos se han perdido y los que se hayan podido incorporar no son suficientes para alcanzar el nivel presencial anterior», apunta Noval. El atractivo del bingo son los premios y en un juego mutual ó participativo como es el bingo, los premios están relacionados con el número de clientes que participan en cada partida además de la regulación que le resulte aplicable.
El implementar la oferta multiproducto y la adecuación del número de máquinas de todos los modelos autorizados a los espacios disponibles en cada sala, salvo las que son propias de casino, contribuiría a que las salas recuperen actividad y capacidad de trabajo que contribuya a salir del estancamiento que se encuentran evitando cierres y pérdida de puestos de trabajo. «Sabemos que entraña dificultades y que no es fácil, pero es lo que habrá que luchar», enfatiza.