La situación del Club Atlético Osasuna en relación con las ayudas públicas es un reflejo de las complejidades que surgen cuando se involucran casas de apuestas en el ámbito deportivo. La decisión del Gobierno de Navarra de suspender las subvenciones a Osasuna debido a su acuerdo con dos casas de apuestas pone de manifiesto la aplicación de la ley del juego, que prohíbe la financiación pública a entidades que reciben apoyo de estas empresas. El club tiene acuerdos con dos empresas de apuestas para ser los partners regionales en China y Filipinas, pero la marca es invisible en España ya que está prohibido por ley.
La consejera Rebeca Esnaola ha explicado que esta medida se basa en la normativa vigente, que busca evitar conflictos de interés y promover la integridad en el deporte. A pesar de que Osasuna ha encontrado formas de mantener acuerdos publicitarios que no infringen la ley, la falta de apoyo institucional ha generado preocupaciones en el club, que se siente aislado en comparación con otros equipos que sí reciben ayudas.
El director general de Osasuna, Fran Canal, ha destacado que el club es un importante contribuyente a la Hacienda de Navarra, lo que subraya su compromiso con la comunidad. Sin embargo, la falta de apoyo institucional podría afectar su capacidad para crecer y desarrollar iniciativas, especialmente en el contexto de un entorno deportivo cada vez más competitivo.
La respuesta del Gobierno de Navarra, que incluye bloqueos al aumento del aforo y a los locales comerciales, sugiere que la situación podría ser más compleja de lo que parece, y que las tensiones entre el club y las autoridades podrían tener repercusiones en el futuro.













