Un joven ha sido condenado a cuatro años de prisión por su participación en dos atracos a mano armada en salones de juego en Palma. El acusado, que se presentó en ambos locales con un cuchillo y un pasamontañas, actuó junto a un cómplice no identificado. En total, lograron robar 586 euros y causaron daños significativos en los establecimientos.
El primer atraco ocurrió el 24 de abril, cuando los delincuentes irrumpieron en un salón de juego en la calle Marqués de la Sènia. Armados con un palo y un cuchillo, gritaron «¡Esto es un atraco!» y se dirigieron a la barra. Sin embargo, solo encontraron seis euros en la caja registradora y, tras causar daños valorados en 1.000 euros en la entrada y la cerradura del local, se dieron a la fuga. Durante su escape, un cliente intentó detenerlos, pero fue golpeado con el palo.
Al día siguiente, los mismos atracadores volvieron a actuar en otro salón de juego en la calle Indalecio Prieto, en Son Gotleu. En este segundo atraco, uno de ellos empujó a una trabajadora y exigió el dinero. Tras una breve confrontación, logró que la empleada abriera la caja registradora, de donde sustrajo 580 euros.
El joven se declaró culpable de dos delitos de robo con violencia e intimidación, con la agravante de disfraz y la atenuante de reparación del daño, ya que consignó 1.830 euros para indemnizar a las víctimas antes del juicio. Como parte de un acuerdo entre la Fiscalía y su abogado defensor, se acordó la suspensión de las penas, lo que le permitió salir de prisión tras haber estado seis meses encarcelado de forma preventiva.