Nueva reforma fiscal en Estados Unidos, aprobada en el Congreso durante el segundo mandato de Donald Trump, que afecta significativamente a los jugadores profesionales y apostadores de alto riesgo en la industria del juego. La medida, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, limita las deducciones por pérdidas en juegos de azar al 90% de las ganancias, en lugar del 100%, lo que puede generar una carga fiscal adicional para quienes viven del juego, especialmente en años con pérdidas netas o ganancias moderadas.
La intención del gobierno, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, es recaudar aproximadamente mil millones de dólares en la próxima década. La industria del juego en Estados Unidos, que en 2024 alcanzó ingresos récord de casi 72 mil millones de dólares, se verá afectada, ya que la nueva normativa puede hacer inviable la actividad profesional para muchos y fomentar que los grandes apostadores migren a mercados no regulados o internacionales para evadir impuestos.
Expertos como Nelson Rose advierten que esta política podría forzar a muchos a cerrar operaciones o trasladarse fuera del país, dado que la diferencia en deducciones y la imposición sobre ganancias netas puede ser significativa para jugadores con volúmenes elevados, como profesionales del póker o apostadores en deportes y casinos en línea.
Por otro lado, los apostadores ocasionales, que generalmente no reportan deducciones sustanciales, no sentirán un impacto tan fuerte. Sin embargo, existe el riesgo de que la industria se vea desplazada por plataformas no reguladas, como Kalshi.com, en la que el hijo del expresidente Donald Trump, Donald Trump Jr., participa como asesor estratégico. Estas plataformas, que no son clasificadas como apuestas por ley, podrían beneficiarse del éxodo de jugadores profesionales.