El traslado del bingo de Ramallo a Ingeniero Maschwitz generó un fuerte revuelo en la provincia de Buenos Aires, involucrando a distintos actores políticos y empresariales, y provocando la intervención de la Justicia para evaluar la viabilidad del proyecto.
En diciembre pasado, el Concejo Deliberante de Escobar aprobó una ordenanza para rezonificar una zona urbana en Ingeniero Maschwitz, ubicada junto a la Autopista Panamericana. La rezonificación permitió la construcción de un megaemprendimiento que incluiría hoteles, restaurantes, centros comerciales y una sala de juegos de azar. Como parte del proyecto, se planeaba trasladar el Bingo Ramallo, actualmente en esa localidad, a la nueva ubicación en Maschwitz, en busca de revitalizar el negocio ante una caída en la cantidad de clientes.
Daniel Angelici, conocido como «el tano», ex presidente de Boca Juniors y empresario del sector del juego, es uno de los dueños del Bingo Ramallo. Daniel Mautone, otro empresario del juego y con influencias políticas, también participa en la propiedad del bingo. Mautone mantiene vínculos con figuras del peronismo y con ex funcionarios como Martín Insaurralde.
El proyecto fue impulsado por Leandro Goroyesky, legislador del PRO cercano a Cristian Ritondo, quien promovió la rezonificación con apoyo de concejales de diferentes bloques, incluyendo oficialistas de Unión por la Patria y del intendente local, Ariel Sujarchuk.
La iniciativa generó rechazo y preocupación en Ramallo, tanto por el posible cierre del bingo y los despidos que esto implicaría, como por la influencia política y los posibles beneficios económicos para ciertos actores.
La oposición y algunos sectores judiciales argumentan que la rezonificación y el traslado podrían estar motivados por intereses políticos o económicos que no respetan los procedimientos legales adecuados.
La Justicia intervino para evaluar la legalidad del proceso y suspendió la implementación del proyecto, buscando determinar si el mismo es viable y si cumple con las normativas vigentes.