El primer ministro portugués, Luís Montenegro, ha decidido mantenerse en su cargo a pesar de las controversias que rodean a su empresa familiar, Spinumviva, que ha recibido pagos significativos de empresas del sector de los casinos.
En una comparecencia sin preguntas, Montenegro defendió su posición, afirmando que no ha cometido ningún delito ni ha tenido fallos éticos. Además, anunció que se someterá a una moción de confianza en el Parlamento, dejando su futuro político en manos de los partidos de la oposición, que ya han manifestado su intención de votar en contra de su permanencia en el cargo. Esta situación genera incertidumbre sobre la estabilidad del gobierno, especialmente considerando la falta de apoyo en el parlamento.
