La controversia en Chicago se centra en un proyecto de casino y resort de 1.7 mil millones de dólares, que ha sido objeto de una demanda por supuesta discriminación racial. El Instituto de Wisconsin para la Ley y la Libertad (WILL) presentó la denuncia, argumentando que el casino, ubicado en River West, excluye a hombres blancos de la inversión debido a los requisitos establecidos en el Acuerdo de Comunidad Anfitriona (HCA). Este acuerdo estipula que al menos el 25% de la propiedad debe estar en manos de minorías y mujeres, lo que ha llevado a la acusación de que se violan derechos civiles al restringir la participación de ciertos inversionistas.
Los demandantes, entre ellos Richard Fisher y Phillip Aronoff, alegan que esta política infringe la Ley de Derechos Civiles de 1866 y otros precedentes legales. La situación fue descrita por un abogado frustrado, Patrick Callahan, quien intentó invertir y fue rechazado al no cumplir con los «Criterios de Calificación de Clase A». Este caso ha generado un intenso debate sobre la equidad en las oportunidades de inversión y la legalidad de las políticas que promueven la diversidad en el ámbito empresarial.