Cirsa está en las quinielas para salir a bolsa en 2025, respaldada por un informe de Moody’s que resalta su recuperación tras la pandemia. La agencia de calificación ha otorgado a Cirsa una calificación de B2 con perspectiva positiva, destacando su crecimiento en ventas y EBITDA, así como su liderazgo en España y Latinoamérica. Sin embargo, también advierte sobre la necesidad de diversificar su presencia, especialmente en el ámbito online, donde actualmente solo representa el 12% del EBITDA.
La empresa, controlada por Blackstone, se encuentra en una encrucijada respecto a su deuda de 305 millones de euros que vence en octubre. Moody’s prevé que esta deuda se pague o refinancie sin afectar significativamente la carga del grupo. En cuanto a la ratio deuda/EBITDA, se espera que disminuya de 4,1 veces en 2024 a 3,5 veces en 2026, lo que podría resultar en una mejora de su calificación crediticia.
Cirsa ha presentado proyecciones optimistas, anticipando un crecimiento de un dígito medio en su negocio físico y entre el 20% y el 30% en el sector online. Además, planea mantener un dividendo del 35% del beneficio neto ajustado para los futuros accionistas. La empresa sigue explorando oportunidades de fusiones y adquisiciones, con un potencial de inversión de entre 400 y 500 millones de euros en los próximos tres años.
La concentración actual de sus operaciones en España y Latinoamérica, donde España representa el 49% del EBITDA, es un riesgo que Cirsa busca mitigar al expandir su presencia en mercados como Italia y Portugal. Con la intención de diversificar y fortalecer su posición en el mercado, Cirsa parece estar en una trayectoria positiva hacia su posible salida a bolsa.