El Govern de la Generalitat ha estado en conversaciones con Hard Rock sobre el cambio de fiscalidad que se aprobará en el Parlament. A pesar de las preocupaciones sobre la posible cancelación de la inversión en el macrocomplejo entre Salou y Vila-seca, la consellera de Economia, Alícia Romero, ha asegurado que Hard Rock no ha indicado su intención de retirarse del proyecto.
Romero ha mencionado que la Generalitat no planea indemnizar a Hard Rock por el momento, aunque están evaluando un informe jurídico que podría implicar indemnizaciones de hasta 50 millones de euros si el proyecto no avanza. La preocupación radica en si el cambio en la fiscalidad podría llevar a la empresa a desistir de su inversión.
Los socios del Govern, Comuns y Esquerra, expresan dudas sobre la viabilidad del proyecto con la eliminación de beneficios fiscales que, según ellos, podría hacer que Hard Rock se eche atrás. David Cid, portavoz de los Comuns, advirtió que gravámenes superiores al 30% desincentivarían la construcción del complejo.
Además, las críticas hacia el Govern han surgido desde Junts y PP, quienes argumentan que Tarragona no debería ser un peón en las luchas ideológicas del ejecutivo. Jordi Sendra, de Junts, y Pere Lluís Huguet, del PP, acusaron al president Illa de intercambiar votos por inversiones, sugiriendo que esta situación podría perjudicar a la ciudad de Tarragona si el proyecto se cancela.