El recreativo gallego no pasa por sus mejores momentos. Muchos bares parecen haber dado la espalda a las máquinas B prescindiendo de este producto. Sobre todo, aquellos establecimientos de nuevo cuño. Ahora mismo se registran 6.800 máquinas B en hostelería, casi la mitad de lo que permite la ley.
A este momento de recesión se une el procedimiento iniciado por la Xunta de Galicia relativo a la extinción de autorizaciones de instalación y localización de máquinas auxiliares de apuestas y de juego tipo B.
Todas las autorizaciones que no se hayan activado en el último año se extinguirían. Una medida que merma mucho la presencia de máquina B en hostelería y torpedea la línea de flotación de las operadoras, sobre todo aquellas que han hecho inversiones por mantener bajas temporales.