El mercado de casinos de Macao creció hasta los 46 mil millones de dólares

| 20 de diciembre de 2024

Cuando Portugal devolvió su colonia Macao a China en 1999, Daniel Chao, propietario de una cafetería, estaba en primer año de primaria y vivía en un mundo diferente.

Desde entonces, su tranquila ciudad natal se ha transformado en un bullicioso centro de juego lleno de deslumbrantes casinos. Sus calles, antes tranquilas, ahora están atestadas de autobuses turísticos. Pero la creciente riqueza de la ciudad, apodada “Las Vegas de Oriente”, no ha traído consigo cualidades de desarrollo sostenible, tales como diversidad económica y elevada participación cívica.

“Lo que alguna vez fue un lugar relajado y libre en mi infancia se ha convertido en un lugar congestionado y altamente comercializado”, señaló Chao.

Macao celebrará el 25º aniversario de su retorno al dominio chino el viernes. El presidente chino Xi Jinping se encuentra de visita durante tres días, y la ciudad está adornada con pancartas festivas y otras decoraciones. Se ha planeado un espectáculo de fuegos artificiales para la próxima semana.

Desde 1999, la ciudad de 687.000 habitantes se ha transformado de un enclave de juego monopolizado a ser el centro de juego más grande del mundo, lleno de turistas de China continental. Su PIB per cápita se ha cuadruplicado a 68.000 dólares, aproximadamente a la par con Dinamarca y Australia, y supera el de Hong Kong, que es de unos 50.000 dólares.

China gobierna Macao bajo un acuerdo de “un país, dos sistemas”, similar al que tiene para gobernar Hong Kong, una ex colonia británica. Macao es la única ciudad china donde el juego en casinos es legal, y tiene complejos turísticos operados por filiales de los gigantes estadounidenses del juego MGM Resorts, Las Vegas Sands y Wynn Resorts.

Desde que Macao abrió su mercado de casinos tras la entrega a Beijing, su economía ha crecido a 46 mil millones de dólares en 2023 desde 6,5 mil millones de dólares en 1999, a pesar de los baches económicos durante la pandemia de COVID-19 y de la aplicación de medidas enérgicas contra los viajes de funcionarios financiados con dinero público, lo cual ha facilitado las visitas de grandes apostadores provenientes de otros lugares.

Pero el crecimiento económico ha tenido un costo.

La madre de Chao trabajaba en un empleo en un casino con el que obtuvo un mejor salario y un apartamento más grande, pero también estrés y horarios de trabajo irregulares. Él recuerda hacer la tarea a las 5 de la madrugada, después de que ella saliera de su turno nocturno. Cuando él trabajaba como profesor, a menudo sus estudiantes se acostaban tarde o tenían que depender de tutores pagados porque sus padres también laboraban en turnos de casino.

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