La fiebre por los hoteles de cinco estrellas en el centro de Madrid no encuentra techo. La cadena hotelera Pulitzer, propiedad de la familia catalana Roig, con dos hoteles en Barcelona (Regina y Pulitzer) y uno en París, pondrá la marca Sor Madrid (como guiño al origen religioso) a un nuevo inmueble de lujo, que estará situado en el número 88 de la calle Hortaleza, donde se ubica un antiguo convento de monjas que fue la sede central del sindicato UGT (actual propietario del edificio) hasta que en 2018 se mudó a un edificio situado en la Avenida de América.
El convento, inmerso en la actualidad en una profunda reforma de 10 millones de euros para adaptarlo a los estándares de un hotel, no abrirá sus puertas hasta septiembre de 2025 y se convertirá en el primer activo de cinco estrellas de la empresa mixta creada en 2021 por Pulitzer Hoteles y Nortia Capital, la sociedad de inversión de Manuel Lao, exfundador y propietario de Cirsa, para invertir hasta 100 millones de euros en establecimientos de lujo. En una entrevista con Cinco Días, Javier Roig, director general de Pulitzer Hoteles, reconoce que han tenido mucha suerte a la hora de cerrar un contrato de alquiler a largo plazo para este activo. “Es un edificio de tres plantas que albergará 42 habitaciones. En su interior hay una iglesia, donde se ubicará un restaurante que gestionará un gran grupo de restauración, y un patio interior que será rediseñado por el arquitecto Fernando Martos para convertirlo en un oasis del ‘lujo sofisticado’ en el centro de Madrid”.
Tras varios intentos fallidos para vender el edificio, UGT se lanzó desde 2018 a buscar inquilino para el inmueble. La cifra que pagarán los nuevos inquilinos será bastante inferior a la solicitada inicialmente, ya que ellos se harán cargo íntegramente de la reforma del edificio, que se descontará de la renta mensual. Roig avanza que el hotel se ubicará en un tramo de tarifas de 600 euros al día por habitación, en línea con otras cadenas de lujo en Madrid como Marriott (JW o Edition), Hyatt (Thompson) o Intercotinental (IHG). Lejos quedan otros activos en Madrid como Four Seasons, Ritz (Mandarin), Palace (Archer) o Rosewood Villa Magna (Sancus Capital Partners), con tarifas que rondan o superan los 1.000 euros por habitación y día.
El director general de Pulitzer Hoteles avanza que la sociedad creada junto a Manuel Lao ya ha firmado un segundo hotel en Roma, ubicado en un palacio cercano a la Ciudad del Vaticano y que también será sometido a una reforma de 10 millones de euros. El directivo también desvela que están inmersos en conversaciones, “avanzadas, pero no cerradas”, para incorporar activos en Lisboa, Londres o Málaga. “La inversión de Nortia Capital es muy fuerte y eso requiere un plan de crecimiento muy ambicioso en el corto plazo. No es descartable que acabemos con una cartera de diez hoteles [sumando los de Pulitzer y los de la empresa mixta] en cuatro o cinco años, ya que tenemos fondos para crecer”. Roig confiesa que si bien los tres hoteles que componen la actual cartera del grupo Pulitzer están en régimen de propiedad, el primero de la empresa mixta parte de un contrato de alquiler. “Nos sentimos cómodos en cualquiera de los regímenes. Nuestro objetivo no es crecer por crecer, sino buscar oportunidades con una ubicación céntrica y a un precio razonable”, destaca. En cualquier caso asegura que todos los hoteles tendrán que estar caracterizados por contar con plantas bajas “llenas de vida y dinamismo” y que sirvan de punto de encuentro con la comunidad local.
El ritmo de crecimiento también lo marcará los precios del mercado, en máximos históricos como muestran operaciones recientes, como la compra del hotel Miguel Angel por parte de Lopesan y Stoneweg, en la que se ha pagado 210 millones de euros (una media de 800.000 euros por habitación) por un hotel a medio reformar que tendrá que someterse a una reconversión total para adaptarse a los estándares de la marca internacional que opte por poner su marca. “El turismo es un sector muy atractivo en el que nunca bajan los precios y en el que las rentabilidades superan a las de otros sectores”, señala Reig, que augura que las tarifas que pagan los clientes experimentarán una dinámica similar. “Las tarifas del gran lujo no van a subir tanto como en los dos últimos años, pero van a aguantar, puesto que todavía hay un diferencial respecto a los precios que se cobran en otra grandes ciudades europeas como Roma o París”. cincodias