Si conocer cómo actuar ante un problema de seguridad es importante en cualquier ámbito laboral, lo es todavía más en determinadas actividades en las que este tipo de situaciones no son infrecuentes. Es el caso entre otros del sector del juego privado presencial, el de los salones del juego, que periódicamente sufren atracos e intentos de robo dado que todavía manejan dinero en efectivo.
Con este motivo y desde el convencimiento de que la formación es una buena herramienta en estos casos, la Asociación de Empresarios de Salones de Juego de Aragón (AESA) organizaba el pasado 20 de noviembre un taller formativo en Zaragoza en el que participaban más de 70 profesionales de sala. El objetivo era que conocieran las últimas tendencias en materia de seguridad para protegerse y proteger a los clientes, y eso abarca aspectos como saber qué hay que hacer y qué no en escenarios de estrés, qué perfiles de atracador existen, cómo colaborar con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o cómo actuar cuando se detectan billetes falsos.
La sesión corría a cargo del reconocido experto Jesús Fuentes, director durante muchos años del Servicio de Control de Juegos de Azar de la Policía Nacional y precursor de la llamada Operación Salón, iniciativa que ha permitido lograr importantes avances en materia de seguridad con la participación de todos los actores implicados en la actividad del juego.
La Asociación de Empresarios de Salones de Juego de Aragón (AESA), que agrupa a 25 empresas operadoras titulares de más de 100 salones de juego y máquinas recreativas en las tres provincias aragonesas en las que trabajan 2.000 personas, lleva mucho tiempo reclamando ante las Administraciones la introducción de medios de pago alternativos al efectivo en los establecimientos. Su presidente, José Antonio Rubio, resume esta demanda en una idea muy clara: “a menor disponibilidad de efectivo, menor tasa de criminalidad dentro y fuera de los salones, mayor transparencia y trazabilidad y nulo riesgo de blanqueo de capitales”.
