A finales de 2018, Luckia adquirió una plataforma tecnológica para desarrollar su propia vertical de apuestas y convertirla en una de las fortalezas del crecimiento futuro de la compañía. La apuesta de José González por el juego online, reflejada en el plan estratégico de la antigua Egasa, está sirviendo para abrir nuevos mercados y para fortalecer aquellos en los que Luckia ya tenía presencia a través del negocio tradicional, fundamentalmente casinos y salones. Además de contribuir al fortalecimiento de la marca, esta omnicalidad es otro de los convencimientos del presidente que atraviesa el modelo de desarrollo de la compañía gallega.
Luckia ha dado ya pasos relevantes en esta estrategia. A finales del año pasado irrumpió en dos nuevos mercados a través del juego online y apoyada en socios locales de dos territorios aparentemente dispares entre sí. Uno de ellos es México, que apuntala la presencia del grupo en Latinoamérica, donde ya cuenta con casinos, hoteles y salones de juego repartidos entre Chile, Perú Colombia. El otro es Camerún, que supone el desembarco de la antigua Egasa por primera vez en un país africano. En ambos territorios la compañía se despliega con apuestas deportivas y juego online.
Las nuevas plazas se suman a España, Portugal y Colombia, donde ya operaba en juego online. La previsión del grupo es ir ampliando su presencia a más países, con la vista puesta en Chile, Perú, Croacia o incluso Brasil. Sin embargo, matizan fuentes de la empresa, las posibilidades de expansión dependen de la regulación de la actividad por parte de las administraciones de cada Estado, de manera que debe ir acompasada con las aprobaciones normativas.
Chile es uno de los mercados foráneos donde Luckia tiene más presencia, con desarrollos inmobiliarios, dos casinos y dos hoteles, Arica y Copiapó. El negocio hotelero aportó 9,7 millones de ingresos en 2022. En Perú opera dos casinos, Megaplaza y La Marina, ambos en Lima.
La evolución de Luckia
Luckia no es ajena al proceso de transformación que han experimentado casi todos los negocios al calor de la digitalización y del nuevo tipo de cliente. La compañía ha reforzado su perfil tecnológico, un área en la que cuenta ya con más de un centenar de trabajadores, y está construyendo su nueva sede de A Coruña, enfocada también a atraer a este nuevo tipo de trabajador, que es altamente demandado por las empresas. El propio cambio de denominación, de Egasa a Luckia, responde al deseo de construir una marca más universal y competitiva en el mundo digital.
La empresa ha creado su propia fundación, enfocada a la educación, la tecnología y el bienestar social; y alcanzó recientemente un acuerdo «histórico» con Netflix, convirtiéndose en el primer grupo del sector en emitir anuncios en la plataforma de contenidos audiovisuales en España.
En un sector muy regulado, el impacto del Covid ha ralentizado más el proceso de transición. Los sufrimientos de la pandemia parecen quedar ya atrás para Luckia, que en 2022 alcanzó una facturación de 587 millones, un 1% por encima de los datos de 2019. En ese ejercicio logró su récord de rentabilidad, con 51 millones de ebitda, siete millones más que antes de la crisis sanitaria. economiadigital