Desde el frente empresarial y desde el asociativo José Vall Royuela, que lleva un apellido con historia en las páginas del recreativo, no viene haciendo otra cosa que trabajar por la dignificación de los salones. Por la proyección hacia la sociedad de una imagen trasparente de la que se desprenda seguridad, grato ambiente y un espacio de ocio para disfrutar y compartir. Para lograr ésa serie de objetivos, nada fáciles si desde las instancias políticas se fomenta el cuestionamiento de éstos locales, resulta imprescindible desarrollar un ingente trabajo de carácter informativo, didáctico, de análisis ponderado y de datos clarificadores para echar abajo teorías denigratorias que no se sostienen.
Y éste esfuerzo, que en ocasiones exige una voluntad de hierro, debe complementarse desde la perspectiva empresarial con la inversión en sistemas de seguridad y control, la capacitación de los profesionales que atienden los distintos servicios y una toma de conciencia clara de lo que demanda en la actualidad el concepto del salón para adecuarse plenamente a los requisitos exigidos, que en no pocos casos tienen que ser revisados o flexibilizados.
Esta hercúlea función para proyectar ante las autoridades de los gobiernos autonómicos y frente a la sociedad la viene desplegando con tanta dedicación como eficacia José Vall. Y lo viene haciendo desde dos ámbitos: el asociativo y el empresarial. El primero a través de la presidencia de ANESAR donde lleva doce años desplegando una intensa actividad, que pasa por la interlocución con los partidos políticos, la presencia en foros de debate y la realización de un programa de actuaciones en defensa de los salones merecedora de encomio.
Por otro lado y al frente del Grupo VALISA y como líder del mismo José Vall no cesa de hacer crecer a su compañía con la incorporación de nuevos salones que entrañan como fundamento base el de ofrecer una imagen saludable, con ambiente grato, servicios cuidados y personal atento para satisfacer las peticiones de los usuarios.
Esa esforzada duplicidad de José Vall para mejorar en el más amplio de los sentidos la estampa de los salones de Juego lo convierten hoy en el adalid del subsector.