Cirsa, el operador de juego propiedad de Blackstone, ha lanzado este lunes una refinanciación de su deuda, a través de una emisión de 600 millones de euros en nuevos bonos. Una parte de los mismos pagará un interés fijo y tendrán vencimiento en 2029, mientras que otra parte pagará un interés variable y venderá en 2028.
Según explica la empresa, los fondos se utilizarán para amortizar distintos tramos de su deuda. La mayor parte se destinará a amortizar la emisión de bonos por 390 millones de euros que vencía en 2025, y que pagaba un interés del 4,75%. Estos bonos fueron lanzados al mercado en 2019 para financiar la adquisición de Giga Games, compañía de juego propiedad hasta entonces de Juan Lao, hermano del expropietario de Cirsa, Manuel Lao.
La compañía también utilizará 150 millones para repagar una emisión de bonos en especie o PIK (payment in kind, en inglés), que fue lanzada por Blackstone cuando adquirió el grupo español en 2018, y que el fondo ha decidido liquidar.
En tercer lugar, Cirsa también amortizará el 10% de una emisión lanzada en octubre de 2022, por un total de 425 millones, a un interés del 10,375% y vencimiento en 2027. Por tanto, 42,5 millones. Según las condiciones de aquella operación, la compañía podía amortizar en cualquier momento, antes del 9 de noviembre de 2024, amortizar hasta un 10% cada año a un precio de reembolso del 103% respecto al principal de la emisión. Por último, también aprovechará los nuevos fondos para pagar los intereses acumulados y no pagados de los bonos de 2025 y el tramo PIK.
Esta operación ha provocado una mejora de la calificación crediticia de Cirsa por parte de la agencia Standard & Poor’s. que ahora la fija en B+ con perspectiva estable. Esta prevé que los ratios de endeudamiento de la compañía continuarán bajando, mientras que sus ingresos seguirán mejorando. “Cirsa ha continuado ganando cuota de mercado a través de una combinación de crecimiento orgánico y una política disciplinada de compras”, dice el informe.
La compañía de juego mantiene su política de amortización y reestructuración de deuda con algo más de un año de margen hasta su vencimiento, con el objetivo de reducir riesgos financieros. Algo que S&P también destaca. “Cirsa ha gestionado de forma activa su perfil de vencimiento de deuda y diversificado su estructura de financiación. La política de sus gestores es refinanciar los vencimientos con al menos una anticipación de 12 meses, como evidencian sus operaciones en los últimos 12-18 meses, incluso pese a unas condiciones del mercado turbulentas”, explica la agencia. cincodias