Los juegos de azar y loterías se han integrado culturalmente en muchas sociedades, acompañando a la humanidad durante siglos. Los primeros juegos de azar de la historia los encontramos en Mesopotamia, en Asiria, en el año 2.600 a. C. En España, existe una larga tradición al juego, tanto vinculado a empresas privadas como públicas, como Loterías y Apuestas del Estado, cuyo primer sorteo se remonta a 1812. Desde entonces, la práctica del juego como opción de ocio y diversión ha ido evolucionando y profesionalizándose para formar parte de la socialización de los españoles.
Entre los juegos de azar más populares de España podemos destacar el bingo, la quiniela, la lotería (en todas sus variantes), las cartas, los dados, las máquinas de juego, etc. Los primeros salones de juego datan del siglo XIX, vinculándose a actividades culturales o recreativas e imitando a los clubes de caballeros de la sociedad británica. El más antiguo de todos los casinos españoles es el Casino de Castellón, que se fundó en 1814, seguido del Casino de Madrid, de 1836. Aunque los orígenes del bingo se remontan a la Italia del siglo XVI, este juego no se legalizó en España hasta 1977, trayendo consigo la apertura de numerosas salas en todo el territorio y aumentado enormemente su popularidad. También las máquinas recreativas han sido y son muy populares en España. La primera data de finales del siglo XIX, y rápidamente fueron expandiéndose y ganando notoriedad hasta la actualidad, donde también crecen en versión online.
El sector del juego privado destaca por tener un peso estratégico en la economía española al estar vinculado a otros tan importantes para la economía como la hostelería, el turismo y el ocio. Contribuye a la generación del 0,45 % del Producto Interior Bruto de España y da empleo a 84.697 personas. El juego de entretenimiento, a cargo de empresas privadas, emplea a 47.253, mientras que las máquinas recreativas de los bares sostuvieron en 2021 otros 56.191 empleos en hostelería, según datos de CeJuego, la asociación empresarial que representa al sector del juego privado en España. De manera indirecta, esta actividad genera 175.000 empleos cada año. 1.005,3 millones del juego real se destinaron a impuestos especiales sobre esta actividad a las empresas, ya fueran del Estado (183 millones de euros) o de las comunidades autónomas (822,3 millones). 1.347 millones de euros se recaudaron por impuestos sobre los premios, 4,4% más respecto a 2020. Leer noticia completa en larazon