Las ventas de productos de lotería de la ONCE en 2022 ascendieron a 2.426 millones de euros, un 8,5% más que en el año anterior. La principal contribución viene de los agentes vendedores – sin ningún control de acceso – que aportaron 2.148,5 millones de euros por los 205,7 del canal físico complementario y 72,1 del canal internet.
La ONCE dice estar muy comprometida con el juego responsable. Los agentes vendedores tienen instrucciones de entregar un folleto de juego responsable a aquellos clientes en los que hayan percibido algún tipo de indicio de que tienen cierto comportamiento patológico asociado al juego. ¿Cómo se percibe?. ¿Acaso son pitonisos o excelsos mentalistas?. Nunca se hace y por eso juegan menores. Habría que hablar de los Rascas, pero en su Memoria Anual ni figuran como el producto que es, tremendamente peligroso.
La ONCE registró unas cantidades jugadas de 2.236 millones de euros en cupones, loterías instantáneas y juegos activos.
Por contra tenemos el juego privado, hiperregulado y con estrictos controles de acceso y prohibidos. Entre todos los subsectores privados alcanzaron los 8.791 millones de euros de cantidades jugadas. Una diferencia respecto a la ONCE no muy sobresaliente a tenor que estamos contando casinos, bingos, salones, máquinas B, apuestas presenciales, hostelería y apuestas en hipódromos.
Según CEJUEGO en 2021 el juego real se repartió en un 36% Loterías y Apuestas del Estado, un 24,6% otros locales con máquinas y un 11,1% la ONCE. El resto a rebufo de 9.134 millones de euros en 2021.