Los salones de juego de Palma de Baleares tendrán que cambiar la fisonomía de sus fachadas, creando zonas neutrales, igual que hacen los bingos o los casinos. Ya no se podrán instalar dibujos, como por ejemplo el de las ruletas, en las fachadas de estos negocios. Este es uno de los requisitos que impone la nueva ley de juego, que sobre todo afecta a las denominadas máquinas tragaperras que están instaladas en los bares, que cada año generan, únicamente en tributos, unos 30 millones de euros.
Esta mañana se ha celebrado una reunión, encabezada por la Comisión de Juego de Baleares, con los fabricantes e instalaciones de estas máquinas tragaperras. El objetivo de este encuentro ha sido informarles de la nueva ley de juego, que está en vigor desde principios del pasado mes en Baleares. La normativa, única en todo el Estado, obliga a los propietarios de estas máquinas a adaptarlas a la nueva ley, con el objetivo de no incitar al juego.
Esta medida afecta únicamente a las máquinas instaladas en los bares, mientras que las que hay en los salones de juegos o en los bingos no han de realizar ninguna modificación. Ello se debe a que en estos negocios existen unos filtros para aceptar a los clientes, que deben mostrar su carnet de identidad para acreditar que no están en el listado de personas que se autoprohiben entrar en salones de juego. Leer noticia completa en diariodemallorca