Al término del año 2019, la Agencia Tributaria Canaria había acumulado una recaudación de 57,1 millones en el sector del juego y apuestas en el archipiélago. Tras la llegada de la crisis sanitaria del Covid-19 y pese a que la gente seguía usando estos servicios por internet, los números se desplomaron, descendiendo hasta los 37, 9 millones en 2020 y los 38, 8 millones en 2021.
Sin embargo, el escenario fue bastante distinto al finalizar 2022, con una recaudación que superó los 54 millones de euros e invita a pensar que el ámbito del juego seguirá caminando hacia su recuperación en las islas. Del total ingresado por las arcas públicas, las máquinas recreativas coparon la mayor parte, con una recaudación cercana a los 32 millones de euros, un 58,7% del total.
Si realizamos una comparativa entre la variación de la recaudación acumulada entre la serie 2019-2022 encontramos que las máquinas recreativas sólo han cedido un 4,4%, mientras que los bingos descendieron un 8,3% y los casinos un 18%. Gracias a su cada vez más potente presencia virtual, las apuestas y combinaciones aleatorias aumentaron su recaudación en un 22,6%.
Según el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez, en Canarias existen 299 salones de juego, 30 bingos, 8 casinos, 7.365 máquinas de jugar, llamadas tipo B, 3.443 establecimientos de hostelería con máquinas tipo B1 y 4.656 máquinas tipo B1 en dichos establecimientos.
El bingo, con dificultades
Desde el sector del juego se quejan de que los bingos no han vuelto a llenar las salas como lo hacían antes de la pandemia, destacando que el gravamen que existe sobre ellos ha pasado del 25 al 40%, de ahí que la recaudación no haya sufrido un descenso tan significativo. Manuel Padrón, director general del grupo Jupama, que cuenta con más de 30 locales repartidos entre Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, indicó que este aumento en la fiscalidad es «confiscatoria» para los salones de bingo.
«Mientras que otras comunidades están ajustando su fiscalidad, en Canarias, no nos están aplicando el diferencial del Régimen Económico Fiscal y Hacienda nos cobra hasta un 40% de impuestos, es una situación que no se puede sostener y pedimos que se modifique la Ley del Juego, que es competencia de la comunidad autónoma». Padrón explicó que los salones de bingo no pasan por su mejor momento, «hemos sufrido una caída en las ventas del bingo entre el 30 y 40%».
Una caída basada en que tras la crisis de la covid-19, la gente está optando más por el bingo electrónico de red que por el bingo electrónico de sala con cartón físico, a pesar de no existir en la actualidad ningún tipo de restricciones. «Nosotros ofrecemos un juego que es mutual, es decir, cuanta más gente venga, más cartones se venden y más atractivo resulta para nuestros clientes». Leer noticia completa en canarias7