La transformación de los bajos comerciales en infraviviendas con habitaciones nicho para ser alquiladas será imposible en el municipio. El Consistorio declara la guerra a las infraviviendas, locales de apuestas y máquinas de juego. En el próximo Pleno, como afirmaba en declaraciones a La Opinión este miércoles el concejal de Urbanismo, José Luis Ruiz Guillén, podría aprobarse la modificación del Plan General de Ordenación Municipal con los requisitos para transformar los bajos en viviendas habitables.
Se endurecen, argumentaba el edil de Urbanismo, las condiciones para evitar que desaparezcan las zonas comerciales, lo que pondría que grave riesgo la recuperación del recinto histórico de la ciudad. A partir de la aprobación en el Pleno de la modificación del PGOM y la publicación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia el municipio contará con una normativa que regulará todos los requisitos necesarios para poder cambiar el uso de un local comercial. «Esperamos llevar la modificación al próximo Pleno. Si no fuera posible, se haría en el del mes de febrero. A comienzos de marzo podría entrar en vigor la nueva normativa», destacaba.
Los bajos comerciales que quieran convertirse en viviendas «deberán contar con una altura mínima, suficiente ventilación y desagües propios… Queremos evitar situaciones que se han detectado en los últimos meses. Garajes en los que se construían habitaciones ‘nicho’ que se alquilaban a trabajadores inmigrantes. Incluso trasteros sin ventilación que se estaban transformando en viviendas», apuntaba.
Urbanismo persigue este tipo de actuaciones que se detectan en coordinación con agentes de la Policía Local y que incluso –en algunos casos- se llevaba a la Fiscalía. «Procuran realizar las obras de noche, los fines de semana y días de fiesta para evitar ser sorprendidos. No cuentan con licencia de obras, por supuesto, porque es imposible que se concedan para actuaciones que no cuentan con el mínimo de condiciones de habitabilidad, ventilación, accesibilidad, entre otras», recalcaba el edil.
Habrá casos excepcionales, como la adecuación de un bajo comercial de una casa con varias plantas en las que sus propietarios se vean incapacitados para acceder a lo más alto por falta de ascensor.
La nueva normativa también intenta resolver problemas de convivencia generados por la instalación en bajos comerciales de locales de apuestas y salones de juego. «No podrán estar en edificios de uso compartido y se situarán alejados de colegios, institutos y de la juventud. Nuestra intención es alejarlos lo máximo posible de la ciudad», insistía. laopiniondemurcia