La ludopatía de Estado que permite Garzón mientras ataca al sector del juego privado

| 2 de enero de 2023

Alberto Garzón es de esos políticos que ocupa un lugar en el Consejo de ministros por los favores que un día tuvo que pagar Pedro Sánchez cuando llegó a la Moncloa abrazado a Pablo Iglesias. El mismo caso de Irene Montero, pero llevado al Ministerio de Consumo.

Campaña
La inversión en la campaña de la Lotería de Navidad de 2022 se saldó con un anunció de 750.000 euros y más publicidad de julio a diciembre por toda España. A eso hay que sumar los pellizcos que se lleva hacienda de los grandes premios de la Lotería de Navidad y del Sorteo del Niño y del resto de sorteos del Estado cuyos premios superen los 40.000 euros.

No es muy popular hablar de ludopatía cuando hablamos de las loterías y las apuestas que promocionan desde el Gobierno central. Los datos hablan de 420 euros al año en este tipo de actividad con más de 1,2 millones de hombres y un perfil predominante entre 22 y 35 años.

Los españoles gastan 9.000 millones en juegos de azar y poco se habla de que un 35 % lo hacen en quinielas, primitiva, lototurf o bonoloto. Estas cifras nunca han entrado en los planes de Alberto Garzón contra la ludopatía.

Casas de apuestas
El decreto Garzón ha hecho desaparecer las casas de apuestas de los medios de comunicación en las horas centrales del día y del patrocinio de los equipos de fútbol. El golpe al sector se evalúa en 400 millones de euros mientras que se riega las campañas contra las apuestas con casi 240.000 euros.

Garzón no quiere ver que los datos del Ministerio de Sanidad apuntan que casi un 50 % la población entre 14 y 18 años dedica su presupuesto a la lotería, primitiva bonoloto y otras loterías instantáneas como los rascas de la ONCE. eldebate

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