La asamblea de la CEJ ha refrendado a Fernando Henar como presidente de la CEJ para un nuevo mandato de cuatro años que afronta en circunstancias difíciles para el subsector del bingo, ya que con datos de los tres primeros trimestres de 2022 refleja ventas del -23,3% inferiores al mismo periodo de 2019, año de referencia tras la covid.
La pérdida de clientes y la caída en la frecuencia de asistencias como causa clave en las caídas de ventas y que llega a provocar cierre de salas.
Madrid (40 salas) pierde tres establecimientos, Aragón y Galicia dos, y Melilla uno, datos solo compensados por las cuatro nuevas aperturas de Andalucía y los siete llamados “bingolones” de Cataluña. La previsión de ventas totales para 2022 no llegará a los 1.400 millones € frente a los 1.811 millones de 2019.
El único valor en positivo lo sigue aportando el bingo electrónico, del que se prevé ventas de 427 millones € en comparación de los 269 millones de 2019, nada menos que un crecimiento del 58,3%. Se trata de un juego complementario al bingo al que se van incorporando salones de juego (ya son el 47%) y que tienen en la Comunidad Valenciana y Canarias como grandes exponentes de esta oferta de ocio, con unos 150 millones € de ventas cada una. Las cuatro redes principales son gestionadas por Metronia (BEM), Zitro (BEZ), Degestec y MCB.
Durante la asamblea de la CEJ, el presidente de la patronal del bingo planteó “una hoja de ruta para avanzar en una situación de gran dificultad como la actual que constriñe al bingo, un juego muy debilitado y urgentemente necesitado de innovaciones en la oferta y reducciones en fiscalidad”, en palabras de Henar.
Su planteamiento es el siguiente:
– Fiscalidad del 10% sobre win y dedicar entre el 75 y 80% de las ventas a premios.
– Reducción al 10% de la tributación del bingo electrónico.
– Flexibilidad para cualquier modalidad de bingo: gestión de porcentajes y variedad de premios.
– Mejora de la oferta de máquinas: límite por autorización con tasas multipuesto en todas las modalidades.
– Potenciar las acciones de responsabilidad social y juego responsable.
– Políticas de formación.
– Mayor flexibilidad de las condiciones laborales vía convenio marco.
– Autorizaciones de licencias indefinidas.
– Mecanismos de promoción del bingo, generación de imagen positiva y captación de nuevos clientes.