Hasta hace muy poco Cataluña y Galicia soportaban una tasa del bingo del 50% sobré win que era la más alta de España, presentando una desigualdad bestial respecto a otras Comunidades. Frente a una tributación tan absolutamente desproporcionada se sitúan los avances registrados en Andalucía y Cantabria que están en la actualidad en el 15% lo que ha contribuido de manera decisiva a parar el cierre de salas y la destrucción de empleo.
Galicia ya tiene anunciado y previsto acabar con el 50% por lo que Cataluña se queda en solitario como la gran perjudicada respecto a un bingo que es objeto de manifiesto maltrato económico y de un agravio comparativo más que grave en relación con la mayoría de territorios autonómicos.
La situación actual denota la escasa receptividad que el gobierno de ERC mantiene hacia el juego en general y el bingo en particular. Las asociaciones empresariales vienen reivindicando reiteradamente un cambio de postura en éste sentido sin el menor resultado.