Varios lucenses adquirieron en los últimos días cupones de la Ondee -Organización Nacional de Discapacitados Españoles o Europeos- sin saber que adquirían una lotería prohibida e ilegal. Los afectados compraron los boletos a personas con discapacidad que los vendían por la vía pública y en establecimientos de hostelería, tal y como hacen los trabajadores de las organizaciones legales, por lo que no sospecharon que pudiera tratarse de un fraude.
"Yo los compré en la Praza do Rei cuando estaba con unas amigas. Quisimos ayudar", comenta una afectada, "y cogimos cuatro cupones que en ningún momento nos parecieron falsos. Sin embargo, pero cuando fuimos al día siguiente a preguntar si tenían algún premio, nos dijeron que esa lotería no la podían mirar. Después buscamos en internet y ya vimos que era un tipo".
La apariencia de legalidad es precisamente la baza de la Ondee para engañar a los compradores, ya que actúa bajo la apariencia de una organización creada con fines sociales para vender boletos en clara competencia desleal con otras entidades, como la Organización Nacional de Ciegos, que sí realiza claramente una labor social y de inserción. La Ondee vende además unos cupones muy similares a los de la Once y aprovecha el sorteo diario televisado de esta organización para elegir a sus ganadores. Sin embargo, al carecer de cualquier tipo de autorización para vender boletos, su actividad no está regulada ni sujeta a ningún tipo de control por parte de la administración competente, por lo que no existen garantías de cobro.
En lo que va de año, las fuerzas y cuerpos de seguridad ya requisaron, en diferentes provincias del país, más de 4.000 boletos de esta lotería fraudulenta. Concretamente, en el mes de enero, la Policía intervino en Andalucía 550 cupones y 100 boletos que se vendían imitando a los "rascas" de la Once. Y cuatro meses más tarde, a principios de marzo, los agentes se incautaron de 4.179 boletos en Cádiz, en un operativo en el que uno de los distribuidores de la organización realizaba el reparto a los vendedores en plena vía pública.
Recientemente, varios ciudadanos denunciaron la venta de estos boletos fraudulentos en la isla canaria de Tenerife, y también se detectó la actividad de la Organización Nacional de Discapacitados Españoles y Europeos en las localidades asturianas de Mieres, Avilés y Llanes. En Lugo, los vendedores de la Ondee actuaron en diferentes zonas de la ciudad, aunque este viernes por la tarde, la Policía Nacional todavía no había recibido ninguna denuncia por esta lotería fraudulenta.
Tal y como señaló el portavoz policial, muchas veces los particulares no denuncian los hechos por el bajo coste del boleto -un euro y medio-, ya que supone un trastorno acudir a comisaría para realizar el trámite. Sin embargo, este tipo de actuaciones suelen ser denunciadas por las organizaciones legales que se ven perjudicadas con su actividad. elprogreso