Héctor Valdés, presidente de ASERBI, está llevando una intensa labor para proteger y potenciar el negocio de las máquinas de juego en la hostelería de Bizkaia. Con la ayuda de COFAR impulsan el sello de local responsable y todos sus esfuerzos van destinados a evitar la merma del recreativo vasco y mostrar la verdadera imagen de la industria de las máquinas B.
¿En cuánto se puede reducir el parque de máquinas en hostelería de Bizkaia en 2022 respecto a 2021?
Habrá que ver cómo termina el año y analizar la situación con los datos en la mano. Tenemos a nuestro favor que Bizkaia tiene un sector hostelero fuerte, con buenos datos de actividad y con buenas previsiones para este año. Confío en el binomio indisoluble máquinas BH y Hostelería y en nuestra oferta equilibrada para ser moderadamente optimistas dentro de lo complejo de la situación.
Ahora mismo, ¿cuál es la principal preocupación de los operadores de Bizkaia?
Creo que recojo el sentir generalizado del sector bizkaino si digo que la principal amenaza en el horizonte es que se pierda masa crítica de puntos de venta, algo que hemos vivido por ejemplo, a raíz de la pandemia. Pero creemos que la tendencia se va a revertir a medio plazo gracias a la fortaleza del sector hostelero en Bizkaia y a las oportunidades que generan la apertura de nuevos locales.
Todos sabemos de las intenciones de los Juegos Públicos por “invadir” la hostelería. ¿Notan esos movimientos en Bizkaia?
No somos ajenos al runrún pero estimamos que está fuera de radar. En Euskadi el marco de competencias define que el juego presencial es competencia de la administración autonómica y hoy por hoy vemos muy lejos la posible implementación de ese tipo de oferta en nuestro canal, la hostelería.
ENTREVISTA COMPLETA EN LA PRÓXIMA EDICIÓN IMPRESA DE SECTOR DEL JUEGO
