SOS Hostelería, asociación en la que participan autónomos y empresarios del mundo de la hostelería de la Comunidad Valenciana, ha valorado muy negativamente la nueva ordenanza municipal que restringe la apertura de bares en Valencia imponiendo una distancia de 30 metros entre los mismos. La organización hostelera recuerda que el mundo de la hostelería es uno de los más dinámicos que hay con constantes aperturas, cierres y traspasos, por lo que limitar las aperturas frena un sector económico clave de la economía de Valencia y que, además, forma parte de la esencia de la ciudad.
Según Fidel Molina, presidente de SOS Hostelería, “quien ha impulsado esta norma desconoce nuestro negocio, no sabe que un establecimiento vecino retroalimenta al otro y ha pensado la norma de forma deliberada para causar un perjuicio. Limitar la recuperación de un sector como la hostelería tras el cierre durante la pandemia es un ensañamiento por parte del Ayuntamiento de Valencia incomprensible y cruel”.
Para SOS Hostelería, la norma no resuelve nada y sí genera problemas a sectores vinculados al mundo de la hostelería como el inmobiliario, ya que provocará la caída de precios de ciertos locales y que haya más locales vacíos. Molina duda de la legalidad de la norma: “imponer restricciones de forma arbitraria atenta contra las normas de libre competencia. Es por este motivo que estamos estudiando recurrir la norma frente a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia”.
Valencia capital cuenta con 2500 bares que dan empleo directo a casi 10 000 personas. Asimismo, la hostelería es clave para otros sectores como distribución HORECA o inmobiliario, y genera empleo con alta demanda para sectores sociales muy necesitados de trabajo.