Fidel Molina, presidente de SOS Hostelería, ha puesto en marcha un forro para que el mensaje del sector llegue a la Administración, políticos y empresarios de la Comunidad Valenciana.
Según Molina la hostelería "trabaja mucho y se queja poco" y soporta una alta fiscalidad. Son poco escuchados por el Gobierno regional y el ayuntamiento. "Es un sector vital para la sociedad", destacó.
Respecto a la ley del juego Molina señaló que se estaba "elimando un micronegocio en la hostelería", que aporta mucho al establecimiento. Fue crítico con la paralización de licencias por parte del Consistorio valenciano. "En 2017 solicitamos una licencia de obras y aún no la tenemos". Recordó que se había reunido con el presidente Puig para abordar la problemática que vive la hostelería y el juego y desde ese ecnuentro no ha vuelto a tener noticias del Molt Honorable.
"Ya no queremos ayudas, queremos que nos dejen trabajar", así de contundente fue Molina. Defiende a esos 35.000 bares de la Comunidad que ya están muy penalizados y que con la Ley del Juego les suprimen esos "900 ó 1.000 euros de las máquinas que ayudan a pagar los autónomos,la luz, …". Molina también denunció que ahora haya que contratar a otra persona para que solicte los DNIs si se quiere jugar a la máquina B, "cuando en todas las inspecciones que se han hecho no se han detecado menores jugando".
La hostelería ha sufrido muchas penurias a causa de la pandemia y ahora con las pocas ayudas y la ley del juego "muchos locales se plantean cerrar".